ALMERÍA
La entidad, con 201 oficinas en territorio almeriense, alcanza una ratio de capital principal 4,5 puntos por encima de lo aconsejado
27.07.11 - 01:06 -
Aunque los test de estrés realizados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) han aclarado bastantes dudas sobre la capacidad de respuesta del sistema financiero español en los contextos más adversos, la nacionalización de cajas como la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que será capitalizada y vendida al mejor postor -véase Caja Castilla la Mancha o Cajasur-, ha generado nuevamente cierta inquietud. ¿Justificada? Dicen que el miedo es libre pero, a la vista de las ratios que presentan los operadores con mayor grado de implantación en territorio almeriense, parece que no hay grandes motivos para la preocupación. Es el caso, por ejemplo, de Cajamar, con 201 oficinas en Almería.
Tomemos como referencia 'el indicador estrella' -valga la frivolidad en asuntos tan severos- utilizado para medir la solvencia: el capital principal. Sin entrar en pormenores, podría decirse que este índice es, a su vez, el compendio de una serie de variables -capital, reservas, primas de emisión...- que permiten discernir la fiabilidad de una entidad. Pues bien, a finales de 2010 Cajamar contaba con un capital principal de 2.401.899 millones de euros, lo que arrojaba una tasa del 12,48 por ciento, lo que supone casi cuatro puntos y medio más que la proporción del 8 por ciento aconsejada por el Banco de España para cooperativas de crédito como Cajamar, la Rural más grande de España en volumen de activos, con presencia en 39 provincias, con más de mil sucursales y con una plantilla de 5.300 trabajadores.
Y 45 años después...
Cajamar, que comenzó su singladura en Almería hace ahora cuarenta y cinco años -se fundó en 1966-, no es ajena al proceso de reestructuración del sector. El pasado 9 de junio se cerró la fusión con CajaCampo, culminando de esta forma la alianza estratégica iniciada en mayo de 2009, cuando promovieron la constitución del Grupo Cooperativo Cajamar, que unos meses más tarde se convirtió en el primer Sistema Institucional de Protección (SIP) autorizado por el organismo regulador, al que posteriormente se incorporaron otras rurales de la Comunidad Valenciana como Caja Rural de Casinos, Caixa Albalat, Caixapetrer, Caixa Turís y la Caja Rural de Castellón.
Los resultados del SIP en el ejercicio de 2010 fueron más que positivos. Entre los datos más relevantes cabe destacar un crecimiento del 3,1 por ciento en la inversión crediticia y el incremento del 10,3 por ciento en los recursos ajenos de clientes.
Las previsiones para 2011, una vez culminados todos los movimientos de integración que se están produciendo en estos momentos, son también favorables en un contexto no exento de dificultades -subida de los tipos de interés, morosidad contable claramente al alza y mercados mayoristas del dinero cerrados a cal y canto ante la desconfianza de los inversores extranjeros en España-.
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