Los efectos y destrozos de las riadas del pasado 28 de septiembre van a tardar tiempo en dar normalidad a la comarca del Levante, en cuanto a que los daños en infraestructuras, negocios, viviendas, cultivos y ganado, no se van a recuperar de un día para otro si las ayudas y las obras no se agilizan lo suficiente como para que la comarca pueda salir de forma airosa de este nuevo bache que ahonda en el ya de por sí difícil panorama de la crisis.
Vera se ha denominado la 'Zona Cero' por cuanto ha sido en su costa, una de las más afectadas por las inundaciones, pero éstas han dado al traste también con vías de suma importancia y con actividades empresariales también de gran relevancia en el Levante.
Es el caso, por ejemplo, de Huércal-Overa, cuyo alcalde, Domingo Fernández, ha instado a la Junta de Andalucía a que «tomar acciones urgentes para volver a restablecer la comunicación entre Huércal-Overa y Pulpí». De hecho desde el Ayuntamiento ya se han puesto en contacto con la administración autonómica, según dicen, para transmitirle la difícil situación y que se tomen las medias oportunas «para paliar el gran problema que tienen muchos vecinos. La carretera, totalmente nueva, está inservible, y en poco tiempo se ha perdido lo que se tardó tres años en realizar». La comunicación entre estos pueblos vecinos es vital ya que por ella se desplazan para llegar a sus trabajos o domicilios y también es una vía de transporte importante, además de que en Huércal-Overa está el hospital al que acuden los ciudadanos de toda la comarca.
Éste no es el único problema que continúa en los accesos al municipio ya que también se encuentra cerrado el de la Cuesta Alta. El primer edil comenzó la semana pasada los contactos con el Ministerio de Fomento para que actúen con rapidez y restablezcan esta entrada de la localidad, ya que es una de las principales vías de acceso a Huércal-Overa.
A este respecto, y según la previsión establecida por la consejería de Fomento, la delegada de Fomento, Vivienda, Turismo y Comercio, Encarnación Caparrós, estará hoy en la zona para comprobar las infraestructuras viarias afectadas por las lluvias torrenciales.
El alcalde huercalense asegura, además, que los daños ocasionados son innumerables y «en una primera valoración estimada las perdidas rondan los 50 millones de euros» ya que además de las infraestructuras públicas dañadas se encuentran las privadas, viviendas, caminos, carreteras y sobre todo los daños producidos en las explotaciones agrícolas y ganaderas del término municipal. Por este motivo las acciones que se están llevando a cabo desde el Ayuntamiento tras las lluvias son innumerables ya que se han visto afectadas muchas zonas, entre ellas el campo huercalense.
En este sentido también se está facilitando a las granjas el suministro de agua mediante cubas para poder dar a los animales ya que en estas zonas la empresa Galasa todavía no ha restablecido el servicio. Todavía son miles los huercalenses que intentan recuperar la normalidad y que intentar cuantificar los daños producidos en sus explotaciones, que son su fuente de trabajo, «desde el Ayuntamiento estamos ofreciendo toda la ayuda necesaria, ya sea mediante los servicios o el asesoramiento, para que nuestros vecinos puedan recuperar lo antes posible su vida».
Por otra parte, el municipio ha aprobado ya en la última sesión plenaria declarar al municipio como zona catastrófica. Aseguran desde el consistorio de Huércal-Overa que una de las peores partes de la Gota Fría sufrida en el Levante se la han llevado numerosas explotaciones agrícolas y ganaderas, cuyos propietarios han visto como su sustento se ha perdido.
Queda mucho por hacer en toda la comarca, y desde todos los ámbitos políticos, económicos y sociales se solicita que las ayudas lleguen cuanto antes.