martes, 4 de octubre de 2011

Ingresado en Urgencias con el pene atrapado en un cojinete


María Medina   [ 04/10/2011 - 23:21 ]


Quienes trabajan en las urgencias hospitalarias están acostumbrados a casi todo. No obstante, quienes estaban de guardia la tarde de uno de los primeros sábados del mes de septiembre se quedaron atónitos cuando atendieron a un hombre que llegó hasta el hospital Torrecárdenas con un cojinete metido en la base del pene.

Lejos de ser una anécdota, la cosa era seria y el paciente acabó en quirófano, donde, junto al personal sanitario, ‘operó’ uno de los técnicos de mantenimiento del complejo sanitario que ayudó a liberar el miembro del paciente del trozo de acero que, al parecer, se había introducido horas antes.

La historia, de la que los responsables del centro hospitalario no han querido ni confirmar ni desmentir, circula ya por la ciudad y hay quien, incluso, asegura haber visto alguna foto del miembro viril aprisionado por el cojinete. Lo que parece una broma, bien podría haber acabado mal si el personal de Urgencias no logra sacar del aprieto al paciente. Y es que corría el riesgo de sufrir una gangrena. Sin irrigación, el miembro se hincha más y puede acabar necrótico.

Por este motivo, esperar a que baje la erección es esperar en vano, puesto que el pene, al tener irrigación propia (no como un dedo de la mano aprisionado por un anillo), no va a desembarazarse de la anilla de acero tan fácilmente, explica un sanitario.

En este caso, el técnico de mantenimiento tuvo que cortar el cojinete con una sierra, sin radial, lo que alargó la operación. No obstante, era la única manera de liberar el pene sin correr más riesgos. Ahora bien, se entiende, dicen los sanitarios, que sin conocer las consecuencias médicas, a quien le ocurre esto procure desembarazarse del aparato por su cuenta. No obstante, retrasar la llegada a Urgencias por vergüenza puede agravar la situación.

Lejos de ser original, la historia del cojinete se repite en Almería 23 años después. En verano de 1988, el mecánico José Ortiz Navarro, que trabajaba por entonces como técnico de mantenimiento en Torrecárdenas, tuvo que liberar otro pene de un “cojinete erótico”. Tardó cinco horas y ‘operó’ con la ayuda de fresillas como las que usan los dentistas para limar.

Entonces, la historia dio la vuelta no sólo a Almería, sino a España entera, y este mecánico asistió incluso como invitado en Barcelona al programa de televisión ‘La casa por la ventana’, donde narró su actuación. La misma que contó en varias radios.

En los dos casos, sanitarios y mecánicos, lograron, con éxito, liberar a los pacientes del cojinete. Eso no les eximió de permanecer ingresados hasta que los médicos les dieron el alta.
Fuente: http://www.lavozdealmeria.es

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