jueves, 15 de septiembre de 2011

Cura Valera




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Salvador Valera Parra "Cura Valera" (27 de febrero de 1816, Huércal-Overa, Almería - 15 de marzo de 1889,Huércal-Overa, Almería, fue un sacerdote católico que ejerció su ministerio en la Región de Murcia y Almería. Goza de gran devoción entre los católicos andaluces y murcianos.

Se recuerda su pobreza sin límites, su eminente caridad, el heroísmo en los días trágicos del cólera morbo que sembró de muerte los campos y aldeas del Almanzora en 1885, y en los grandes terremotos que asolaron la comarca en 1863, su devoción filial a la Virgen del Río. Consagró su vida, al amor de Dios y a la salvación de los hombres, murió pobre, tal y como había vivido; pero rico en el amor de su pueblo, murió como un santo.

Existe en marcha un proceso pro-beatificación, en una primera época el Obispo de Cartagena inició los primeros pasos del proceso en 1954, y a partir de 1989 se reactiva el proceso recopilando las innumerables acciones humanas y santas realizadas por el Cura Valera.


Contenido [ocultar]
1 Biografía
1.1 Primeros años
1.2 Ordenación sacerdote
1.3 Primera Etapa
2 Regreso a Huércal-Overa
3 Pro-Beatificación
4 Referencias
5 Enlaces externos

[editar]Biografía
[editar]Primeros años

En la pequeña villa de Huércal-Overa, el 27 de febrero de 1816, en un modesto y sencillo hogar de labradores, el hogar de Diego Valera y Josefa Parra, se ve bendecido por Dios, con el nacimiento de un hijo, que recibiría por nombre Salvador.

Cuenta Salvador con 14 años, cuando se hace necesario su traslado a Murcia, para poder proseguir sus estudios en el Seminario de San Fulgencio. En esta ciudad le acoge su tía María Josefa, Abadesa del Convento de las Monjas Capuchinas, la cual le hospeda en la casa de donados del Convento, una vivienda situada frente al mismo; Salvador comparte una sencilla habitación con el campanero del convento.

La vocación y la responsabilidad de Salvador, hacen que estudie sin descanso, tiene que aprovechar todo su tiempo y orar, para que Jesús le ayude en sus estudios. Sus escasos ratos de esparcimiento, consistían en breves conversaciones, a través de la ventana de su habitación, con Dª. Teresa Parra (huercalense como él) la cual le invitaba a que descansara y no estudiara tanto, ya que era muy joven y tenía tiempo para terminar sus estudios; pero a Salvador Valera, la idea de relajarse un poco en sus estudios, le parecía no solo un pecado, sino un delito, pues no podía olvidarse de su vocación, y de la difícil situación económica de su familia, así como de las privaciones de esta, para poder costearle los estudios.
[editar]Ordenación sacerdote

A la edad de 23 años, D. Salvador es ordenado sacerdote el 4 de abril de 1840. Parece ser que la ordenación tuvo lugar en la ciudad de Alicante, ya que el obispo de Cartagena por aquellas fechas se encontraba refugiado en la localidad de Tudela. Unos seis días después Canta su Primera Misa un viernes de primavera, en el Convento de las Monjas Capuchinas, convento que había sido testigo fiel de los desvelos, sacrificios y entrega del joven Salvador. No podía ser de otra manera, el Cura Valera agradecía con este gesto, toda la ayuda recibida de las monjitas.

Días después de su primera Misa, el Cura Valera llega a su pueblo, a Huércal-Overa, y comienza toda una vida de amor a Dios.
[editar]Primera Etapa

No ha llegado a cumplir los 33 años, cuando el Cura Valera, se hace cargo del curato de la Parroquia de San Lázaro en Alhama de Murcia. En este pueblo, lleva una vida sencilla y con una austeridad que se acerca a la pobreza, pues tiene como mansión, unos graneros anejos a la iglesia. enseñó el camino del evangelio a sus feligreses y cuando se despide de Alhama a finales de mayo de 1851, el pueblo le acompañó lloroso a lo largo de la carretera, en la despedida mas memorable que se recuerda.

En este año de 1851, la Diócesis de Cartagena convoca oposiciones para las parroquias, ganando el Cura Valera la de Nuestra Sra. De la Asunción de Huércal-Overa, regresando a su pueblo como Párroco. Vuelve a Huércal-Overa por su propio merito, sin deber favor a nadie, no lo hace por intereses económicos ni por conveniencias, ni por amor propio; pues nada tenía y no aspiraba a poseer bienes materiales, y de todos era ya conocida su humildad; por lo que se supone lo hizo, para, estar junto a su querida madre, y así servir a Cristo en su Huércal-Overa natal.

Se inicia así un largo periodo de trece años, durante los cuales se puede decir sin temor a equivocarnos, que el Cura Valera, es Profeta en su tierra.

Y tras muchos ruegos del Obispo Landeyra, haciendo imponer su autoridad y requiriendo de D. Salvador la debida obediencia, en el año 1864 acepta el cura Valera, el encargo de regir la parroquia de Cartagena, sin duda la más grande de la diócesis, para el más humilde de los sacerdotes.

En el año 1865, la ciudad mediterránea sufre una epidemia de cólera, la entrega del Cura Valera es total, llevando consuelo, ayuda y esperanza tanto a enfermos como a sus familiares, no hay moribundo que no reciba la atención del Cura Valera y su auxilio. Tal es el comportamiento de D. Salvador, que el Ayuntamiento de Cartagena reconoce su labor en el libro de actas del mencionado año y le regala un magnifico Cáliz. El gobierno en Madrid también le condecora, nombrándole Caballero de la Real y Militar Orden de Carlos III

El 26 de Septiembre de 1868 anclan en el puerto de Cartagena varios barcos de la armada, repican las campanas de las iglesias; visita la ciudad el General Prim, que es recibido por autoridades civiles y militares de la plaza, las cuales le informan sobre las virtudes del párroco D. Salvador Valera. Finalmente el general recibe al sacerdote y al sentir la presencia del Cura Valera, el poderos militar dobla su rodilla, ante el humilde cura de almas.

Prim encuentra un tesoro en D. Salvador, y desea llevarle a la villa y corte, para que en la misma resplandezcan sus virtudes, le ofrece cargos y dignidades, que son rechazadas por el Cura Valera, el cual solo le pide una cosa: regresar a su querida villa de Huércal-Overa, junto a su amada madre.

El Obispo de Murcia y posteriormente Arzobispo de Valencia y Cardenal, dijo con ocasión de unas ordenaciones sacerdotales: Solo os pido que os miréis en el espejo que tengo en Huercal-Overa, en el cura D. Salvador Valera Parra, en cuyo espejo se mira también vuestro obispo”
[editar]Regreso a Huércal-Overa

A finales del años 1868 se ve cumplido el deseo, y D. Salvador Valera regresa definitivamente a Huércal-Overa. Es un día grande, las campanas de la iglesia repican de alegría, el pueblo entero sale al encuentro de la humilde carreta en la cual vuelve su Cura, se suceden los abrazos y vítores; el pueblo enfervorizado celebra su regreso, vuelve a estar entre ellos su Cura Valera.

D. Salvador tiene ya 52 Años y una ligera cojera en la pierna derecha, que disimula apoyándose discretamente en un bastón (un recuerdo de su paso por Cartagena) lleva casi treinta años consagrados al sacerdocio, luchando por la salvación de las almas, en pocas palabras: viviendo en plenitud el evangelio que predica.

Y nuevamente Huércal-Overa, vuelve a ser testigo de hechos que pueden calificarse de portentosos, tales como: La Lámpara del Santísimo, Terremotos, caso de D. Vicente-Casa Rubio, caso de Dª. Práxedes, Incendio del Templo, el caso del Velonero, el caso del Cura Mena, diversas predicciones, entre ellas la del sacerdote que le sucedería al frente de la parroquia de Huércal-Overa a su muerte. Todos estos casos y más, están debidamente relatados, en el libro “EL CURA VALERA Y SUS COSAS del cual es autor D. Antonio Jiménez” y ya mediado el siglo XX, el conocido como Caso Aurora.
[editar]Pro-Beatificación

El día 15 de marzo de 1889, moría santamente don Salvador Valera Parra, siendo enterrado bajo el presbiterio de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.

Cuando en 1954 el obispo de Cartagena inició los primeros pasos del proceso, innumerables personas depusieron testimonios impresionantes de sus virtudes y merecimientos. Todos coincidieron en la misma apreciación: fue un sacerdote santo.

Desde 1989 en que se reactivó definitivamente el tan ansiado proceso de Beatificación, muchos pasos se han dado en tal andadura. A través de la Asociación Pro-Beatificación Cura Valera.1

[editar]Referencias

Asociación Pro-Beatificación Cura Valera
[editar]Enlaces externos
[1]
Ayuntamiento de Huércal-Overa

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