lunes, 18 de marzo de 2013

La Semana Santa huercalense contará por primera vez este año con un costalero invidente



Los ojos de Javi, su corazón .
La Semana Santa huercalense contará este año por vez primera con un costalero invidente que saldrá bajo El Misterio de la Oración del Huerto del Paso Negro .
 JENNIFER SIMÓN jennysimonideal@gmail.com

La vista es uno de los sentidos que se nos antojan imprescindibles para todo lo que queramos hacer, pero, hay algunos momentos en los que, especialmente, no hace falta ver, en los que ofrece la Semana Santa. En esa Semana Santa que transcurre bajo la imagen que se siente sobre los hombros, a costal, es ésa que «es real», dice Javi, la que se vive desde dentro, desde el corazón, ésa en la que los sentimientos se hacen íntimos y personales, y el trabajo en grupo indispensable. «Aquí debajo yo soy el rey, aquí vamos todos ciegos, y en eso les gano yo», ríe Javier Martín mostrando su carácter amable y bromista, con el sentido del humor de alguien inteligente y sociable. Cruzar cuatro palabras y enlazar todo lo humano entorno a unas fechas que lo llenan todo de fe. Y, de hecho, eso, el ir todos ciegos puede ser una de las cosas que iguala a Javi del resto de los costaleros que van debajo de la imagen que portarán en la Semana Santa huercalense, pero es mucho más lo que les une, lo que comparten.
Comparten una pasión, un trabajo, un esfuerzo, un sentimiento. Un sentimiento que se oye, se huele, se palpa, se siente en sus espaldas, en sus ‘costales’, pero no se ve. No los ven desde fuera, ni ellos ven nada, desde su posición. Javier, vendedor del cupón de la ONCE, sabe lo que es no ver, y este año por vez primera en su vida portará junto a su cuadrilla la imagen del Misterio de la Oración del Huerto del Paso Negro de la localidad. Él se convertirá en la primera persona con invidencia que será costalero en la Semana Santa huercalense. Lo afronta con ilusión, como una experiencia nueva y bonita, que en los ensayos ya le está gustando mucho.
«Me está costando un poquito como a todo novato, pero no tengo ningún inconveniente más allá del de cualquier otro, al contrario, creo que salir debajo del paso es la verdad de la Semana Santa. No es lo mismo verla tomando unas cañas que como costalero», asegura, y añade que «es emocionante. Cuando estás fuera sientes la Semana Santa diferente, dentro la vives, la oyes, es otra sensación que no tiene nada que ver». Y, como es inevitable, hay momentos de todo.
Y afirma Javi que, en «La Semana Santa es digna de oír, de sentir el silencio, de percibir las lágrimas que se caen de quienes están cerca» ocasiones, la Semana Santa se le ‘antoja’ «triste»... Triste, porque “no puedo comer ‘chicha’” afirma riendo y haciendo reír, haciendo gala, una vez más, de un sentido del humor entrañable. «Hablando en serio...triste, porque en el momento de ver la imagen no puedo, no puedo admirar la ‘real’, eso lo echo en falta en esos momentos; pero, por otro lado, la Semana Santa es digna de oír, de escuchar las bandas que me encantan, de sentir la concentración de la gente y el silencio; de percibir, incluso, algunas lágrimas que se caen de quiénes están cerca», asegura.
Sus compañeros le ayudan en todo lo que necesita, que no es ni más ni menos que lo que necesita cualquiera que empieza. «Para mí, mis compañeros merecen un diez, porque me están ayudando desde el primer momento», dice Javi. Ese primer momento, que era su temor, no por si tenía o presentaba su ceguera alguna limitación sino por poder sufrir algún tipo de discriminación... «Tuve mis momentos de dudas cuando José Aragón, el capataz, me propuso que me uniera a los costaleros, pero más que nada por ver cómo me tratarían los demás, pero luego me decidí y me dije, bueno,    seré uno más, y así ha sido lo único que han hecho los demás ha sido ayudarme, como a cualquier otro compañero», corrobora. Aragón explica, precisamente, cómo surgió la idea de que Javi también fuera un costalero más de los 40 que sale el Viernes Santo bajo el Misterio de la Oración del Huerto en esta Semana Santa. «Javi sale con nosotros los fines de semana, somos un grupo de amigos que solemos juntarnos, y de tanto escucharnos hablar de la cuadrilla, de ser costalero, pues quiso probar y nosotros no hemos tenido ningún problema, es igual de válido que cualquiera, está haciendo el mismo trabajo que los demás. Realmente la vista no hace falta debajo de la trabajadera, y además tiene más ganas que ninguno. Es cierto que hace más el que quiere que el que puede. No sólo eso, sino que además supone un estímulo para el resto de compañeros, que lo admiran y lo tienen como referente y les hace pensar. Ellos le ayudan a ponerse en el palo, pero todo lo demás igual que cualquiera. Estamos todos encantados».
Javi no sabe exactamente lo que sentirá el día de la procesión, sabe que en los ensayos, además del peso del trono, siente ‘algo’ de corazón.  Cree que, por su cabeza, el Viernes Santo pasará una cosa: Hacerlo bien, estar concentrado y vivir la experiencia. Pero, afirma, que «no sabría explicarlo ahora, sin haber pasado, y seguramente no sabré explicarlo después, porque es para vivirlo», pero, y como nos va ya acostumbrando a disfrutar de su conversación, dice: «te invito a que me preguntes después de  la Semana Santa».
Cuando interrogamos a alguien con experiencia como José Aragón sobre cuáles son los valores que debe tener o tiene un costalero, nos dice que «necesitaría un libro, porque son cientos los valores que un costalero tiene, pero, básicamente, son el amor, el sacrificio y la fe». Valores que están en alza, según lo que nos sigue contando Aragón, porque hay un resurgir costalero que está experimentando Huércal- Overa. «En los últimos años, las cuadrillas que antes eran de hombros se están pasando al costal, viendo que hay gente que lo demanda, ya que se trata de una cosa más íntima y personal».

Compañeros de otras cuadrillas, además de los del Paso Negro, miembros de La Borriquita y de la Virgen de la Esperanza del Paso Morado han dejado su ánimo, admiración y felicitación a Javier Martín a través de la red social Facebook. La Borriquita dice: «Desde aquí queremos ofrecer todo el apoyo y cariño cofrade a un miembro de la Cuadrilla del Misterio de la Oración en el Huerto, que saldrá por primera vez como costalero en este año de la Fe, se trata de Javier Martin Ureña, invidente, haciendo real el dicho de ‘Hace más el que quiere que el que puede’. Ánimo Javi».
Por su parte, miembros de la cuadrilla de La Esperanza, también a través de Facebook han mostrado su «entusiasmo y admiración por el ejemplo que nos está dando a todos, un compañero costalero de nuestro pueblo, Javier Martin Ureña. Costalero con ceguera que saldrá bajo el Paso de la Oración del Huerto. Toda una auténtica lección de devoción y humanidad». Y al final del mensaje añaden otra frase de gran profundidad y que explica en pocas palabras: ‘Los ojos del costalero, su corazón. Su fuerza, su fe’. Lo importante, dice Aragón, «es lo que llevan sobre sus hombros», y también, creemos, esos ‘ojos’ que son los miles de corazones que laten al unísono en los días de Semana Santa.

Es un sentimiento que se huele, se palpa, se siente en sus espaldas, y en sus costales, pero no se ve .







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