Mes y medio después de las inundaciones del 28 de septiembre, algunos ayuntamientos siguen solicitando soluciones que consideran de necesidad imperiosa y que siguen sin tener una respuesta.
Así lo cuenta el alcalde de Huércal-Overa, Domingo Fernández, quién afirma que es urgente que se hago algo respecto a la depuración de aguas residuales, que tras la destrucción de la EDAR del municipio, es nula.
Varios informes realizados desde los servicios técnicos municipales se han remitido a la delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, como competente en esta materia, para mostrar el estado en el que ha quedado la depuradora y la necesidad de acometer la reparación o la construcción de una nueva ya.
En dichos informes se asegura que «es urgente su actuación con el fin de evitar el vertido directo al dominio público hidráulico y cumplir con el art. 245, apartado 2 del Reglamento de Dominio Público Hidráulico, así como evitar los posibles problemas de salud pública derivados de la contaminación de las aguas del Pantano de Cuevas del Almanzora». A pesar de que se asegura que las aguas se tratan para que no haya ningún tipo de problema, es cierto que los vertidos tendrán su repercusión en el medio ambiente del municipio. «Y suerte que no estamos en verano», decía la alcaldesa de Antas, Isabel Belmonte, a este diario hace unos días, cuando le preguntábamos por la depuradora de Antas, que también quedó destrozada por las riadas, y que sigue sin tener una solución definitiva, aunque la propuesta de la primera edil y también por parte del municipio de Vera era la desviación de las aguas residuales antusas hasta la EDAR veratense, y, de esta forma, solventar el vertido directo al río, mientras hay posibilidad de hacer una nueva, si fuera necesario.
Otro de los informes que remite el ayuntamiento huercalense a la delegación aporta más datos, asegurando que los daños tanto en la depuradora como en los colectores, y por tanto, en el saneamiento, «están dando lugar a graves consecuencias para el medio ambiente del municipio». Continúa diciendo que «la EDAR de Huércal-Overa, situada en una parcela al sur del núcleo urbano, delimitado por la Rambla del Saltador, trata aguas urbanas procedentes de el Núcleo central de Huércal-Overa, el cual tiene una población aproximada de 14.000 habitantes», pero «debido al no funcionamiento de las instalaciones e la EDAR se está vertiendo el agua en las mismas condiciones de entrada, con las consiguientes consecuencias para la población y el medio ambiente, ya que se vierte directamente a la Rambla de El Saltador que abastece el Pantano de Cuevas, que a su vez, soporta el suministro de agua potable de toda la comarca del Levante almeriense».
Por todo ello, el alcalde huercalense insiste en la necesidad de que la delegación actúe y contrate las obras necesarias para restituir la depuración de aguas. Pero, además, el primer edil recuerda que la necesidad de una nueva EDAR ya existía antes y que la consejería de Medio Ambiente aprobó en octubre del 2010 la declaración de interés para la comunidad autónoma de 38 obras de saneamiento y depuración en la provincia, entre ellas, la nueva EDAR de Huércal-Overa que tendría una inversión de 7,5 millones de euros y que además se financiaría como el resto de obras a través del canon de mejora de infraestructuras, establecido por la Ley de Aguas de acuerdo con el principio de recuperación de costes.
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