Foto de familia tras la entrega de distinciones a las asociaciones de mayores. |
Los asistentes
participaron en una clase colectiva de gimnasia, muy buena para ejercitarse
física y mentalmente, y finalizaron con un chocolate con churros
El
deporte es salud y esto lo han podido constatar los alrededor de 300 mayores de
todo el término municipal de Huércal-Overa que han participado en el ‘IX
Encuentro de Mayores: Actividad Física y Salud’. Una actividad organizada por
la concejalía de Deportes y con la que se pretende promover el ejercicio entre
los más mayores.
El
encuentro comenzó en el Teatro ‘Villa de Huércal-Overa’, donde fueron recibidos
por el alcalde, Domingo Fernández, y donde cada una de las asociaciones de
mayores recibió una distinción por el trabajo realizado durante todo el año en
las clases de gimnasia que se realizan en los salones sociales de las pedanías
y el centro de la Tercera de Edad. Durante el acto la concejal de Bienestar
Social, Noelia Parra, destacó lo importante que es la actividad física para la
salud, las relaciones sociales y para prevenir enfermedades y animó a todos los
presentes a seguir participando en las clases que se desarrollan a lo largo de
todo el año. Parra también señaló que desde el Ayuntamiento van a “seguir
trabajando en todo lo que sea bueno y beneficioso para vosotros” y “siempre
vais a contar con nuestro apoyo”. Además, y como se viene realizando, se
entregó la distinción a la persona más mayor de las clases, que en esta ocasión
recayó en Francisca Martínez, que a sus 84 años sigue en muy buen forma. Un
emotivo video con fotos de algunos de los mayores y la actuación del Grupo de
Coros y Danzas ‘Virgen del Río’, donde algunos mayores se animaron a subir al
escenario y bailar, completaron las actividades programadas en el Teatro.
Posteriormente,
y tras recibir una camiseta, todos los mayores se trasladaron hasta la Plaza de
la Constitución donde, dirigidos por los tres monitores, realizaron una divertida
clase de gimnasia. Este es el momento más esperado por los mayores ya que
disfrutan como niños de cada uno de los bailes que les proponen los profesores.
El colofón final fue un rico chocolate con churros que sirvió para reponer
fuerzas para seguir bailando y ejercitándose física y mentalmente.
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