Continúan las reuniones con los técnicos para determinar el grado de seguridad de las viviendas y las medidas a tomar ahora
18.10.11 - 00:49 -
El alcalde de Cuevas del Almanzora, Jesús Caicedo, estuvo ayer nuevamente en el barrio de El Realengo después de un largo y duro fin de semana, para tranquilizar a los vecinos de la zona y acompañado de técnicos municipales y de otras administraciones y entidades, ir viendo las cuevas y casas que están cerradas y las que están habitadas.
El primer edil ha señalado a IDEAL que se va a hacer un estudio técnico exhaustivo de todo el lugar para ver cuál es su situación y qué medidas llevar a cabo, así como saber de qué manera se puede desescombrar la gran cantidad de tierra que cayó en el desprendimiento del talud que costó la vida de José Manuel Asensio y sus dos hijos. «Ahora no tenemos prisa porque esto no se puede hacer con prisas ni en un día, estamos reuniéndonos, están aquí los especialistas, geólogos, arquitectos y otros técnicos que van a ir viendo también por dónde es aconsejable comenzar a limpiar toda la zona. Nuestros vecinos están bien y la zona está vigilado por Policía Local y Guardia Civil, y ahora mismo es segura. Primero tenemos que arropar a los que están desnudos y luego veremos si los que tienen la manta rota la podemos coser. De todas formas, esperamos contar con la colaboración de las administraciones porque el Ayuntamiento no tiene capacidad para hacer frente a esta situación». Igualmente, y a este respecto, Caicedo agradecía toda la colaboración recibida y el apoyo de las diferentes instituciones tras el accidente.
Las causas del siniestro todavía no han podido ser concretadas, «estas cuevas son milenarias y el terreno es erosivo y lo mismo no se caen nunca, que se caen algún día», apunta el primer edil.
La mujer que sobrevivió al desprendimiento sobre su casa cueva, Carmen Higueras, continúa ingresada en el Hospital La Inmaculada de Huércal Overa en la UCI, aunque su estado ha mejorado bastante, según explica el regidor cuévano. El joven Francisco Navarro, que vivía enfrente del lugar de la tragedia y cuya casa, que compartía con su familia, ha quedado muy afectada, fue operado el fin de semana y todo ha ido muy bien, su estado es bueno y no corre ningún peligro.
Así pasaba ayer el último día de luto oficial que decretaba el Ayuntamiento cuevano el sábado por la mañana, tras la dura jornada del viernes que empezaba a las cinco de la madrugada con el derrumbe del talud y finalizaba a las dos de la madrugada del sábado con el hallazgo y rescate del último de los tres cuerpos sin vida.
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