Los ojos de Javi, su corazón .
La Semana Santa huercalense contará este año por vez primera
con un costalero invidente que saldrá bajo El Misterio de la Oración del Huerto
del Paso Negro .
JENNIFER SIMÓN jennysimonideal@gmail.com
La vista es uno de los sentidos que se nos antojan
imprescindibles para todo lo que queramos hacer, pero, hay algunos momentos en
los que, especialmente, no hace falta ver, en los que ofrece la Semana Santa.
En esa Semana Santa que transcurre bajo la imagen que se siente sobre los
hombros, a costal, es ésa que «es real», dice Javi, la que se vive desde
dentro, desde el corazón, ésa en la que los sentimientos se hacen íntimos y
personales, y el trabajo en grupo indispensable. «Aquí debajo yo soy el rey,
aquí vamos todos ciegos, y en eso les gano yo», ríe Javier Martín mostrando su
carácter amable y bromista, con el sentido del humor de alguien inteligente y sociable. Cruzar cuatro palabras y enlazar todo lo
humano entorno a unas fechas que lo llenan todo de fe. Y, de hecho, eso, el ir
todos ciegos puede ser una de las cosas que iguala a Javi del resto de los
costaleros que van debajo de la imagen que portarán en la Semana Santa
huercalense, pero es mucho más lo que les une, lo que comparten.
Comparten una pasión, un trabajo, un esfuerzo, un
sentimiento. Un sentimiento que se oye, se huele, se palpa, se siente en sus
espaldas, en sus ‘costales’, pero no se ve. No los ven desde fuera, ni ellos
ven nada, desde su posición. Javier, vendedor del cupón de la ONCE, sabe lo que
es no ver, y este año por vez primera en su vida portará junto a su cuadrilla
la imagen del Misterio de la Oración del Huerto del Paso Negro de la localidad.
Él se convertirá en la primera persona con invidencia que será costalero en la
Semana Santa huercalense. Lo afronta con ilusión, como una experiencia nueva y
bonita, que en los ensayos ya le está gustando mucho.
«Me está costando un poquito como a todo novato, pero no
tengo ningún inconveniente más allá del de cualquier otro, al contrario, creo que salir debajo
del paso es la verdad de la Semana Santa. No es lo mismo verla tomando unas
cañas que como costalero», asegura, y añade que «es emocionante. Cuando estás
fuera sientes la Semana Santa diferente, dentro la vives, la oyes, es otra
sensación que no tiene nada que ver». Y, como es inevitable, hay momentos de
todo.
Y afirma Javi que, en «La Semana Santa es digna de oír, de
sentir el silencio, de percibir las lágrimas que se caen de quienes están
cerca» ocasiones, la Semana Santa se le ‘antoja’ «triste»... Triste, porque “no
puedo comer ‘chicha’” afirma riendo y haciendo reír, haciendo gala, una vez
más, de un sentido del humor entrañable. «Hablando en serio...triste, porque en
el momento de ver la imagen no puedo, no puedo admirar la ‘real’, eso lo
echo en falta en esos momentos; pero, por otro lado, la Semana Santa es digna
de oír, de escuchar las bandas que me encantan, de sentir la concentración de
la gente y el silencio; de percibir, incluso, algunas lágrimas que se caen de
quiénes están cerca», asegura.
Sus compañeros le ayudan en todo lo que necesita, que no es
ni más ni menos que lo que necesita cualquiera que empieza. «Para mí, mis compañeros merecen un
diez, porque me están ayudando desde el primer momento», dice Javi. Ese primer
momento, que era su temor, no por si tenía o presentaba su ceguera alguna
limitación sino por poder sufrir algún tipo de discriminación... «Tuve mis
momentos de dudas cuando José Aragón, el capataz, me propuso que me uniera a
los costaleros, pero más que nada por ver cómo me tratarían los demás, pero
luego me decidí y me dije, bueno, seré
uno más, y así ha sido lo único que han hecho los demás ha sido ayudarme, como
a cualquier otro compañero», corrobora. Aragón explica, precisamente,
cómo surgió la idea de que Javi también fuera un costalero más de los 40 que
sale el Viernes Santo bajo el Misterio de la Oración del Huerto en esta Semana Santa. «Javi sale con nosotros los fines de
semana, somos un grupo de amigos que solemos juntarnos, y de tanto escucharnos
hablar de la cuadrilla, de ser costalero, pues quiso probar y nosotros no hemos
tenido ningún problema, es igual de válido que cualquiera, está haciendo el
mismo trabajo que los demás. Realmente la vista no hace falta debajo de la
trabajadera, y además tiene más ganas que ninguno. Es cierto que hace más el
que quiere que el que puede. No sólo eso, sino que además supone un estímulo para el resto de
compañeros, que lo admiran y lo tienen como referente y les hace pensar. Ellos
le ayudan a ponerse en el palo, pero todo lo demás igual que cualquiera.
Estamos todos encantados».
Javi no sabe exactamente lo que sentirá el día de la
procesión, sabe que en los ensayos, además del peso del trono, siente ‘algo’ de corazón. Cree que, por su cabeza, el Viernes Santo
pasará una cosa: Hacerlo bien, estar concentrado y vivir la experiencia. Pero,
afirma, que «no sabría explicarlo ahora, sin haber pasado, y seguramente no
sabré explicarlo después, porque es para vivirlo», pero, y como nos va ya
acostumbrando a disfrutar de su conversación, dice: «te invito a que me
preguntes después de la Semana Santa».
Cuando interrogamos a alguien con experiencia como José
Aragón sobre cuáles son los valores que debe tener o tiene un costalero, nos dice que «necesitaría un
libro, porque son cientos los valores que un costalero tiene, pero,
básicamente, son el amor, el sacrificio y la fe». Valores que están en alza, según
lo que nos sigue contando Aragón, porque hay un resurgir costalero que está
experimentando Huércal- Overa. «En los últimos años, las cuadrillas que antes
eran de hombros se están pasando al costal, viendo que hay gente que lo
demanda, ya que se trata de una cosa más íntima y personal».
Compañeros de otras cuadrillas, además de los del Paso Negro,
miembros de La Borriquita y de la Virgen de la Esperanza del Paso Morado han dejado su ánimo,
admiración y felicitación a Javier Martín a través de la red social Facebook.
La Borriquita dice: «Desde aquí queremos ofrecer todo el apoyo y cariño cofrade
a un miembro de la Cuadrilla del Misterio de la Oración en el Huerto, que
saldrá por primera vez como costalero en este año de la Fe, se trata de Javier
Martin Ureña, invidente, haciendo real el dicho de ‘Hace más el que quiere que
el que puede’. Ánimo Javi».
Por su parte, miembros de la cuadrilla de La Esperanza,
también a través de Facebook han mostrado su «entusiasmo y admiración por el ejemplo que nos está dando
a todos, un compañero costalero de nuestro pueblo, Javier Martin Ureña. Costalero con ceguera
que saldrá bajo el Paso de la Oración del Huerto. Toda una auténtica lección de
devoción y humanidad». Y al final del mensaje añaden otra frase de gran profundidad
y que explica en pocas palabras: ‘Los ojos del costalero, su corazón. Su
fuerza, su fe’. Lo importante, dice Aragón, «es lo que llevan sobre sus
hombros», y también, creemos, esos ‘ojos’ que son los miles de corazones que
laten al unísono en los días de Semana Santa.
Es un sentimiento que se huele, se
palpa, se siente en sus espaldas, y en sus costales, pero no se ve .
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