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Fiscal pide 18 años y la acusación 20 para autor confeso de crimen machista
Agencia EFE
Almería, 13 jun (EFE).- El fiscal y la acusación particular han pedido hoy, en la primera sesión de la vista oral con jurado, 18 años y 20 años de prisión, respectivamente, para Cándido M.L., autor confeso de la muerte de su expareja, a la que disparó con una escopeta en Vélez Rubio (Almería) el 3 de septiembre de 2009.
Según el relato del fiscal en la primera sesión celebrada en Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, Cándido M.L., de 62 años, disparó a su expareja, Isabel S.S., de 46 años, en tres ocasiones con una escopeta del calibre doce.
Después de alcanzarle en el brazo izquierdo en el primer disparo, efectuado a una distancia de metro y medio, el hombre disparó sin acierto una segunda vez y después la persiguió por la calle hasta el taller de costura donde trabajaba la mujer.
Tras darle alcance y cargar la escopeta con otros dos cartuchos, el acusado efectuó un tercer disparo que alcanzó a la mujer en el hueco axilar izquierdo y le provocó una herida mortal.
El fiscal ha asegurado que Cándido preparó el crimen de manera "minuciosa" y estaba esperando a la mujer en la calle por la que pasaba todas las mañanas para acudir a su trabajo.
Ha remarcado que efectuó los disparos a corta distancia con la intención de provocarle una "muerte cierta" y sin darle posibilidad alguna de defenderse del ataque "brutal", por lo que ha calificado los hechos de asesinato con agravante de parentesco y ha solicitado una pena de 18 años de prisión.
El abogado del Estado se ha adherido al escrito de calificación del fiscal, mientras que la acusación particular ha pedido para el autor del asesinato una pena de veinte años de prisión, así como una indemnización de 300.000 euros para la hija de la víctima, de 19 años, y la prohibición de acercarse a ésta a menos de 300 metros y de ir a Vélez-Rubio durante veinte años.
La defensa del acusado ha expuesto la existencia de un eximente de transtorno mental transitorio, ya que, según ha afirmado, Cándido L.M. actuó bajo un "arrebato incontrolable".
El abogado defensor ha subrayado que el acusado, que siempre llevaba la escopeta y los cartuchos en el maletero de su coche porque es cazador, actuó, después de dos días sin dormir, con un "inconsciente e irrefrenable impulso" al ver en la calle a la mujer.
La defensa ha puesto de relieve que el acusado se había visto sumido en una depresión tras quedarse en paro y ser abandonado por su pareja, y que incluso tuvo que ser ingresado en un centro hospitalario de Huércal-Overa dos días antes del crimen.
Durante el interrogatorio, Cándido M.L. ha reconocido ser el autor de la muerte de la mujer, aunque ha asegurado que no se acuerda de nada de lo ocurrido porque lo hizo en un momento en que no sabía "ni dónde estaba".
