A partir de agosto, 425 fármacos, los más vendidos, se pagarán sin subvención
María Medina
| Práctica habitual en una farmacia. [ La Voz ]
Al ‘copago’ farmacéutico que comienza el domingo, los usuarios sumarán a partir de agosto la desfinanciación de hasta 425 medicamentos que ya no cubrirá la Seguridad Social. Esto es que a la hora de adquirir un mucolítico para aliviar los síntomas de un catarro o un antiinflamatorio, por ejemplo, pagará el cien por cien del coste. Habrá excepciones para enfermos crónicos y para aquellos casos en que lo decida el médico. La medida, adoptada en el Consejo Interterritorial de Sanidad, pretende ahorrar 458 millones de euros y quienes la defienden alegan que los medicamentos que se quedarán sin subvención son para síntomas menores. No todos los agentes de la sanidad comparten la propuesta. El delegado provincial de Salud en Almería, Manuel Lucas, entiende que la medida va en la misma dirección que el ‘copago’ y que, en su opinión, es la de “desmontar el sistema público de salud”. Además, en la línea de lo que el miércoles decía la consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, duda del ahorro. “Quizá no sea para tanto, puesto que quizá los síntomas leves no tratados acaben por ser más graves y computen, por ejemplo, como gasto hospitalario”. Lucas insiste, en este sentido, en que las medidas adoptadas por el ministerio de Sanidad tienen “un componente ideológico claro, más que de ahorro”. Quienes van a notar el cambio van a ser los usuarios que pagarán más no sólo por las recetas, sino también por todas aquellas medicinas que, ya sin receta, ni electrónica, ni de papel, habrá que pagar íntegramente. Para el presidente de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Almería (ACUA-CECU), Antonio Nieto, las diferentes medidas están acabando por “agotar” las economías familiares. “Quienes gobiernan tienen que ser conocedores de que no podemos aguantar tanto”, señala. El presidente del Colegio de Médicos de Almería, Francisco José Martínez-Amo, afirma que el llamado ‘medicamentazo’ es una “muestra más de cómo están las cosas” y, para el paciente, va a ser “el último escalón del ‘copago’”. Y quienes antes empezarán a pagar serán los enfermos. También los crónicos, dicen, por ejemplo, desde Adeal. El presidente de la asociación de espondilitis de Almería, Antonio López, recuerda que si bien los tratamientos crónicos estarían fuera del pago íntegro, ellos también cogen catarros, sufren diarreas y dolores inflamatorios porque, entre otras cosas, tienen las defensas más bajas. En estos casos, pagarán el coste total de los fármacos y lo harán “más veces” de lo que es habitual para una persona sana. En los casos de enfermos renales, por ejemplo, aparejado a su tratamiento como crónicos, toman medicamentos que fuera de la prescripción específica para el riñón ayudan a mitigar los efectos secundarios de corticoides o inmunosupresores, recuerdan desde hemodiálisis, desde donde plantean las dudas sobre si tendrán o no que pagar estos fármacos que bien podrían suponer más de diez euros semanales. “Y para toda la vida”, insisten. La presidenta de la Asociación de Enfermos de Esclerosis Múltiple de la provincia, Isabel Martínez, se muestra “preocupada”, sobre todo, por los posibles recortes en la investigación de nuevos fármacos que puedan ayudar a mejorar esta enfermedad no curable y degenerativa. Fuentes del Ministerio de Sanidad aseguran que se vigilará que las industrias farmacéuticas no disparen el precio de los fármacos libres de financiación. Algo a lo que Farmaindustria ya ha contestado comentando que supondrá un esfuerzo económico para muchas empresas farmacéuticas. Los grupos afectados por la medida son los tratamientos del exceso de secreción gástrica (compuestos de aluminio); estreñimiento (laxantes y antagonistas de opiáceos); antidiarreicos (preparados con carbón antipropulsivos); tratamientos para la migraña leve (alcaloides del Ergot); deterioro cognitivo asociado a la edad (vasodiladatores periféricos o piracetam); hemorroides (corticoides); varices (bioflavonoides); dermatitis del pañal (miconazol); y psoriasis (extracto de calaguala). Asimismo, el ‘medicamentazo’ también afectará a los fármacos para virosis tópicas o superficiales (idoxuridina, tromantadina o aciclovir), tratamientos tópicos de inflamaciones de origen traumático (antiflamatorios no esteroideos tópicos), ansiedad leve (passiflora y crateabus, oxitriptan), vías respiratorias y tos (mucolíticos y alcaloides de opio), sequedad ocular (lágrimas artificiales), inflamación reumática leve (diacereina), dislipenias leves (triglicéricos omega 3) y para la congestión nasal. Estos serán los que, de momento, se pagarán al 100%, pero la medida será renovada periódicamente conforme algunos desaparezcan del mercado
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