Ya ha reservado más de cuatro millones de euros sólo para fines relacionados con el momento electoral
Más allá de las palabras, el Gobierno andaluz ha confirmado indirectamente que las elecciones autonómicas serán en el año 2012, y por lo tanto separadas de las Generales.
Lo que hasta el momento no habían sido más que palabras por parte del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y comentarios en su entorno relativos a presiones por parte del candidato socialista a la presidencia del Gobierno central, Alfredo Pérez Rubalcaba, y también las de su entorno más próximo, sobre si serían juntas o no, se ha visto confirmado por la vía de los hechos.
Según ha constatado Noticias de Almería, la Junta de Andalucía ya ha reservado más de cuatro millones de euros para el proceso electoral, dejando en el enunciado de las adjudicaciones que serán en el año 2012.
Así, sale a licitación el Servicio para el sistema de recogida, procesamiento, difusión y publicación de los resultados de las elecciones al Parlamento de Andalucía previstas para el año 2012, así como otros servicios complementarios por un precio de 3.813.559,32 euros; además se va a adjudicar la Campaña Informativa sobre las elecciones al Parlamento de Andalucía de 2012 por 211.906,78 euros.
En ambos casos la fecha límite de presentación de las propuestas es el cinco de septiembre de 2011, si bien no se abrirán hasta el 29 de ese mismo mes, luego se han de valorar y adjudicar provisionalmente, para poco después hacerlo de modo definitivo.
Hay que recordar que Griñán anunció que las elecciones autonómicas serían en marzo de 2012, a los cuatro años justos de las anteriores, y que posteriormente, cuando el presidente del Gobierno central José Luis Rodríguez Zapatero anunció el adelantamiento de las Generales al 20-N, se comenzó a especular con la posibilidad de un adelantamiento de las andaluzas. Lo cierto es que mientras el presidente andaluz lo negaba, las presiones en el interior de su partido para que cambiara de opinión y las uniera a las Generales se intensificaron, y muchos daban por hecho que Griñán sólo esperaba el momento oportuno para cambiar de opinión.
Los partidarios del adelantamiento de las andaluzas -entre ellos el propio Rubalcaba que vino a convencer a Griñán- esperaban que los malos resultados anunciados por las encuestas se pudieran ver minimizados por el apoyo del voto socialista de Andalucía, mientras que los que defendían hacerlas después de las Generales creen que tras “castigar” al PSOE en esos comicios y tras unos meses de PP en el Gobierno central, el electorado andaluz estará más tranquilo y volverá a confiar en los socialistas, salvándoles del desastre total.
Con estos anuncios se confirma que las elecciones en Andalucía serán en marzo de 2012.
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