§ La pantera, localizada oculta
en el interior de un trasportín, es intervenida por la Guardia Civil dada su
peligrosidad y carecer de certificado CITES que acredite su origen.
§ En esta actuación, el SEPRONA
de la Guardia Civil
ha contado con la colaboración de funcionarios de la Dirección Provincial
Entre los cometidos y misiones que el Servicio
de Protección de la
Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia
Civil tiene encomendado, se encuentra la del control sobre
el comercio de especies de la fauna y flora silvestre amenazadas, conforme a lo
previsto en el Convenio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna
Silvestre (CITES), y normativa europea, estatal y autonómica.
Dentro de estas funciones, agentes del SEPRONA de
Albox (Almería), han llevado a cabo hasta tres inspecciones en un núcleo
zoológico localizado en el término municipal de Arboleas (Almería).
En una primera visita la Guardia Civil
localiza en el lugar gran cantidad de animales alóctonos de origen desconocido,
principalmente aves exóticas y mamíferos de pequeño tamaño, por lo que se
solicitó la colaboración de funcionarios del SOIVRE (Servicio Oficial de
Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones), para su
identificación.
En las dos inspecciones siguientes, Guardia Civil y
SOIVRE constatan que la documentación CITES aportada es dudosa para la gran
mayoría de las aves que en algunos casos poseían anillas cuya documentación no
tuvo correspondencia con la documentación presentada por su poseedor.
Fruto de las inspecciones se tiene conocimiento
que el propietario podría albergar más animales en otra nave próxima, hecho que
el dueño niega en un principio, si bien termina por reconocer su existencia,
trasladándose al lugar para inspeccionarla, siendo localizados más animales
exóticos carentes de documentación que justifique su legal procedencia, llamando
la atención de los agentes del SEPRONA y SOIVRE la existencia de un habitáculo
cerrado con llave.
El responsable de los animales se niega reiteradamente
a abrir esa habitación, si bien cede ante la insistencia de los agentes, hallando
en su interior un trasportín que
contiene un gran felino de color negro.
Los agentes comprueban que se trata de una pantera
negra (Panthera pardus) que carece de
documentación CITES que acredite su origen legal. Debido a su peligrosidad, es
trasladada hasta un centro zoológico adecuado en la provincia de Alicante.
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