JENNIFER SIMÓN
La imagen de la Virgen del Río huercalense luce desde ayer su Corona. La ceremonia que puso en la cabeza de la Madre la diadema dorada la ofició ayer, en una mañana soleada de domingo, en la Plaza de la Constitución, el Obispo de Almería, Monseñor Adolfo González Montes.
Cientos de ciudadanos, además de la teniente de alcalde de Huércal-Overa y parlamentaria andaluza por el PP, Maribel Sánchez, diputados 'populares' como Isabel Belmonte y Guillermo Casquet, Antonio López Olmo, diputado socialista, y la delegada y concejal del PSOE, Francisca López, entre otras autoridades religiosas y civiles, asistieron a los actos que culminaron con la coronación de la Virgen, tan venerada en la localidad.
La laureola significa, tal y como describió el Obispo almeriense, enaltecer la imagen de la Virgen, reconociéndola como Reina, al ser la Madre del Rey del Universo, Jesús. «Es una corona radial, con gran cantidad de estrellas en oro, en las que van grabadas el nombre de las familias que las costearon, así como un gran número de cabezas de ángeles en platino, y rematada en su parte superior, por el escudo de la Villa en oro y esmaltes. Es obra de los orfebres valencianos Hermanos Peris», según indican Juan Carlos Mena Navarro y Antonio Rubio Simón en una descripción de la misma.
Minutos antes de las once y media de la mañana salía de la Iglesia de la Asunción huercalense la Virgen del Río hasta un escenario, preparado como Altar, para recibir de sus hijos, una coronación canónica, que recordó también que se cumplen 50 años desde que la imagen originaria recibiera ese mismo símbolo.
Historia
Y es que la historia de la Madre de los Desamparados, representación de la Virgen María del Primer Dolor o de la Primera Espada, es larga y realmente digna de conocer. Y ayer, medio siglo desde que se honrara la misma, se recordó con una nueva coronación lo que sucedió en 1965, fruto de las ganas de los fieles por proclamarse devotos sin condición de esta imagen mariana.
En el último tercio del siglo XVIII en la Rambla del Bobar, en su confluencia con el río Almanzora, el molinero del Molino de Overa suplicó a la Virgen que le salvara de una muerte segura, una riada que amenazaba con acabar con su vida.
El milagro se produjo y este hombre construyó una pequeña capilla donde colocó un cuadro de la Virgen de los Desamparados.
A partir de ahí, y aumentando la devoción por la imagen en la época de la minería, comenzó la historia de la veneración, cada vez mayor, de esta Virgen, en la que tuvo mucho que ver el sacerdote Salvador Valera Parra, el Cura Valera.
Así llegó la primera talla de la Virgen del Río, hecha por Francisco Bellver, y las primeras romerías desde la Santa al pueblo, que con algunos cambios aún sobrevive, tras su recuperación reciente.
En abril de 1965 tuvo lugar la coronación canónica de la imagen, oficiada por el entonces Obispo de Almería, Alfonso Ródenas, en la misma Plaza de la Constitución. Desgraciadamente, esa imagen se perdió en la riada de octubre de 1973. Sin embargo, en la Semana Santa de 1975 fue bendecida y entronizada la recreación de la Virgen del Río que realizó el imaginero alicantino José Sánchez Lozano.
Es una talla de madera policromada, que representa a la Virgen con túnica hebrea, las manos entrelazadas a la altura del pecho y un puñal que traspasa su corazón.
La Virgen tiene su sede canóniga en la iglesia parroquial de San Isidro, desde que desapareciera la Ermita del Bobar.
Ahora, en el Barrio del Calvario, el Paso Negro, encargado de la custodia de la Madre de los Desamparados, se inicia la construcción de una nueva ermita.
Agua de vida
El agua que corre y da vida, el manantial de salvación, el agua para el sediento, fueron algunos de los motivos en los que se basó el sermón del Obispo de Almería en una abarrotada plaza, cargada de abanicos y sombrillas, para combatir al implacable sol de final de verano.
Oraciones y cantos para preceder a un acto de coronación que siguió a la bendición de la tiara que se colocó a la Virgen del Río, en esta su nueva imagen, venerando aún más, si cabe, a la Madre de todos los huercalenses.
Los actos previos, sin embargo, comenzaron a principios de este mes de septiembre con traslados, misas y un ciclo de conferencias entorno a temas relacionados con la coronación de la Virgen del Río y que comprendieron también la romería a la Santa que congregó ya a cientos de huercalenses en dicha tradición, recuperada hace tan solo unos años.
También habrá actividad para el próximo fin de semana, el día 25 se prevé realizar el Rosario de las Antorchas por diversas calles de la localidad, acompañando al cuadro de Nuestra Señora de los Desamparados; y el día 26 se organiza una procesión de alabanzas de la Santísima Virgen del Río.
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