Estos bichitos se alimentan de las chumberas y la plaga, que comenzó en Murcia en 2007, ya ha llegado a Almería
13.05.13 - 00:25 -
JENNY SIMÓN jscindalo@hotmail.com @JSimonCarrion | ALMERÍA.
Un rito, una tradición y un placer para el gusto que puede que nuestras generaciones futuras no puedan disfrutar. En esta zona del Levante almeriense algo tan 'simple' y a la vez tan 'rico' como es comer chumbos puede convertirse en un recuerdo, en vistas de cómo se están viendo a día de hoy las chumberas del lugar. Ese gesto de cortar primero los extremos, ¡con cuidado que pinchan!, luego un corte longitudinal y sacar la piel de una pieza para degustar un exquisito fruto de secano está en peligro debido a un insecto foráneo, la cochinilla del carmín. Y con ello, también otra consecuencia, la de que el paisaje del Levante puede estar empezando a cambiar.
De hecho, las personas que andan mucho por el campo y las sierras hace algún tiempo que vienen notando esa transformación, derivada de «una especie de algodón blanco que está en las chumberas y que las seca, pero, que además, si pasas por ellas o las tocas, se desprende una especie de colorante del color de la sangre». Es la cochinilla del carmín, como se conoce coloquialmente, un insecto que vive en las paleras y que se alimenta de ellas, y que al presionarlas despiden un líquido rojo muy intenso. La historia de este bichito es especialmente singular.
Domingo Cañadas es biólogo y profesor de Matemáticas en Almería, y conoce bien de qué estamos hablando. Asegura que, en su momento, en Almería «hubo producción de cochinilla del carmín en la Bahía de Genoveses, pero realmente, hoy por hoy, la industria que se nutre de las propiedades de este insecto solo existe en Canarias, dentro de España, y fuera de las fronteras nacionales, en Perú, que es el máximo productor con un alrededor del 84%». Pero, «¿porqué se cultivan estos bichos?». Muy sencillo. La cochinilla del carmín se utiliza para crear los colorantes naturales. «Las introducen a propósito, en cultivos de chumberas, las crían y luego las recogen, las secan y las colocan en un recipiente, se 'muelen', se les añade un específico producto que conserve y mantenga el colorante rojo que desprenden y después ese colorante se utiliza mucho en química, farmacología, estética, e, incluso en alimentación».
De un tiempo a esta parte se observa que hay especies de chumberas silvestres afectadas por esta cochinilla, ya se habla de plaga en la zona. «Es más que una plaga y es una lástima», dice el concejal de Agricultura de Cuevas del Almanzora, José de Haro. «El paisaje que está dejando en muchos sitios es desolador. Aquí en Cuevas se puede ver, por ejemplo, en una zona de gran extensión como es La Capellanía, yendo desde la pedanía de Grima hacia la de Terreros en Pulpí, el problema es que el 100% de esas plantas son privadas, están en terrenos de particulares y, según he podido saber de expertos, se pueden fumigar con un producto que se llama Novento y que hay que hacerlo en primavera y en el mes de agosto, porque el resto del año la cochinilla desarrolla un caparazón como el de una tortuga y la fumigación no le afecta». Es cierto también según comenta el edil que «la gente no suele fumigarlas por muchas razones, porque se crían como un producto de 'capricho' digamos y también porque suelen ubicarse en lugares de difícil acceso, por ejemplo». De Haro asegura que va a continuar «recabando información para saber hasta qué punto esta plaga puede suponer la desaparición de las chumberas o si tienen posibilidad de brotar de nuevo a pesar de la presencia de este insecto».
De un año a esta parte, se ha podido observar el resultado en chumberas que el verano de 2012 lucían un buen aspecto y que en este año han cambiado mucho.
Investigando se pueden hallar indicios de cómo y desde dónde han llegado hasta aquí estas cochinillas. Durante el verano de 2007 y, según un informe realizado por la consejería de Agricultura y Agua de la Región de Murcia, se constató en esta comunidad «y por primera vez en España, un fuerte ataque en paleras de una cochinilla algodonosa del género Dactylopius, conocida como cochinilla silvestre, del carmín o grana. Las especies de Dactylopius son nativas de América Central, de las que se extrae de forma industrial el ácido carmínico o colorante E120 (que se puede observar en los ingredientes también de algunos productos alimenticios). (.) En Canarias se cría la especie D. coccus para la obtención de dicho ácido carmínico». Continúa el documento concretando que «en Murcia ha sido determinada como Dactylopius opuntiae».
El informe habla, así mismo, de la extensión de la cochinilla por «Murcia, Molina de Segura y Librilla» y también destaca que la gran proliferación de este bichito causa «molestias entre los vecinos», aunque advierte de que no son mosquitos, a pesar de que los machos de esta especie pueden volar, no tienen capacidad para «picar».
Desde la consejería y a través de este escrito que está colgado en la red se dan ciertas recomendaciones sobre cómo erradicar estos bichos de pequeñas extensiones de paleras privadas y sugiere también que si la infestación de las chumberas está muy extendida se arranque la planta y se entierre.
Posteriormente a este informe, y 'tirando de hemeroteca' nos encontramos artículos de prensa de periódicos murcianos que hablan de las medidas puestas en marcha por los diferentes ayuntamientos de la Región para terminar con la plaga, así como, algunos de hace dos años en los que se habla ya de erradicación de la misma.
La delegación de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía confirma que se ha detectado la presencia de la cochinilla del carmín hace unos tres años, pero que las chumberas como tal es «un tipo de cultivo que no está reglado, es cuestión de particulares», dicen fuentes de la delegación, «en cualquier caso, sólo hemos tenido tres consultas en referencia a este tema en los últimos tres años», añaden. La única labor que pueden hacer desde Medio Ambiente es la de «asesorar sobre el tratamiento que se puede dar a esta plaga que es similar al del piojo del limonero» y ponen a disposición de quién esté interesado un número de teléfono donde realizar sus preguntas, que es el 950011033, el del Servicio de Agricultura de la delegación provincial.
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