El nuevo inmueble tendrá la misma distribución de viviendas que el demolido, pero con las máximas medidas de seguridad
22.06.12 - 00:47 -
María Sánchez arroja tierra sobre la primera piedra. Gesto de alegría de una vecina hacia un representante de la constructora Barea. :: SONIA M. LARIO / AGM
La reconstrucción del barrio de La Viña, el más dañado por los terremotos del año pasado, se inició ayer con la colocación de la primera piedra en el solar que ocupaba el edificio La Viña III, en la calle Curtidores, uno de los que hubo necesidad de demoler ante la importancia de los daños. Al acto se ha querido dar una cierta relevancia por lo que supone de arranque de un proceso de recuperación de esta barriada, cuando ha transcurrido un año y un mes de aquellos trágicos sucesos. El alcalde, Francisco Jódar, y una representación de su equipo de gobierno, estuvieron presentes, junto con los vecinos y representantes de la empresa constructora, la cordobesa Barea.
Emoción y aplausos, sobre todo por parte de los vecinos que ven un poco más cerca la recuperación de sus viviendas, se mezclaron cuando la caja, con el contenido habitual en esto casos, como la prensa del día, monedas y algunas fotos, fue depositada en el hoyo y cubierta de hormigón, como se suele hacer en este tipo de actos.
El futuro inmueble, que ayer dio ese primer paso, será similar al anterior en cuanto a distribución, según explicó el arquitecto autor del proyecto Luis García de Vigueras. «Hemos procurado que cada vecino tenga su vivienda con las mismas características que la que desapareció, pero incorporando la normativa actualizada en todos los sentidos, de forma que sea un edificio mucho más seguro».
Al proyecto se le ha aplicado la norma sismorredistente actual «aumentada con unos coeficientes de seguridad de 1,5, por lo que tiene una tranquilidad brutal sobre capacidad de resistencia a nuevos temblores de tierra».
El compromiso adquirido por la empresa constructora es de tenerlo todo listo para que pueda ser ocupado el nuevo inmueble en un plazo de catorce meses, lo que de cumplirse supondrá que en septiembre del año próximo los vecinos volverán a disfrutar de sus casas.
Un ascensor del que carecía, patio interior más amplio y sistemas de energías renovables son algunas de las mejoras que se incorporan al futuro edificio.
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