Marta Rodríguez
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La imagen de Carboneras encierra una paradoja enorme. De un lado, existe cierta leyenda negra que sobrevuela la historia de ‘El pueblecico’. Las supersticiones de los pescadores se suman a algún suceso trágico, como el incendio de Holcim en 2007, y a la estructura fantasmagórica de un hotel, El Algarrobico, condenado a permanecer a medio construir. De otro lado, constituye un pueblo con una ubicación privilegiada en el corazón del Parque Natural de Cabo de Gata. También presenta un bagaje cultural fuera de lo común gracias a los artistas de distintas disciplinas y procedencia diversa a los que ha enamorado durante años y que lo han elegido para pasar el resto de sus vidas. Un libro profundiza ahora en esa contradicción. Se trata de ‘Voces de Carboneras. Memoria de un pueblo casi invisible para Almería que ha sido un imán para el mundo’. Escrita por Mireille Boccara y Mario Sanz, la obra ha sido editada por la Asociación Cultural Destellos-Artefacto con diseño y maquetación de Ernesto Pedalino y traducción de Chantal Le Livre. La escritora francesa Mireille Boccara plantó la semilla de esta publicación allá por los años 80. “Quería conservar los testimonios de la gente que conocía aquí. Unos eran artistas o profesionales liberales de renombre internacional. Otros, personajes del pueblo con los que ella tenía relación. En definitiva, personas con mucha historia detrás y cosas que decir. Así, fue entrevistando a representantes de esa curiosa sociedad tan endogámica como cosmopolita”, apunta Mario Sanz, coautor. Así, ‘Voces de Carboneras’ recopila testimonios que abarcan de la antigua comadrona, María Josefa Navarro, y el taxista, Salvador Cayuela, a pintores del movimiento cinético de París como Julio Le Parc. “Es un pueblo desconocido para la mayor parte de los españoles, con leyenda negra para la mayoría de los almerienses, pero bien apreciado en el ambiente cultural parisino. Un pueblo que han visitado pintores, arquitectos, actores, escritores y muchos de ellos se han quedado para siempre atrapados por su irresistible magnetismo, por su mar y su aridez, por su escarpada orografía y su singularidad”, indica. Precisamente en esa doble vertiente se mueven los personajes que hablan en las páginas de esta obra. “Después de llevar muchos años investigando la historia de Carboneras, no he encontrado razones objetivas que avalen esta leyenda negra. Corren muchas versiones, a cual más disparatada, que solo responden a la exageración de hechos más bien triviales, similares a los ocurridos en cualquier otro pueblo y agrandados por la imaginación popular y por el desconocimiento de un lugar poco conocido y mal comunicado”, dice Mario Sanz, a la sazón farero de Mesa Roldán. Recuperar la memoria ‘Voces de Carboneras’ incluye un prólogo y un epílogo en el que cada uno de los dos autores profundiza en la historia del municipio. De ahí que el objetivo no sea otro que recuperar la memoria de la localidad y relegar al olvido las supersticiones a base de transparencia, buena imagen y verdad. “Y la realidad es que Carboneras es un pueblo con una ubicación privilegiada y un bagaje de cultural y artístico poco común”. |
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