La primera vez que escuché a José Luis Sampedro me quedé como María Ängeles, atónita, y así continúo. Sus palabras salidas directamente de su boca impresionan aún más.
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La primera vez que escuché a José Luis Sampedro me quedé como María Ängeles, atónita, y así continúo. Sus palabras salidas directamente de su boca impresionan aún más.
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