La propuesta aprobada en Sesión Ordinaria de Pleno surge a petición de la Asociación Overa Viva para que no decaiga una fiesta tan importante que ha pasado de generación en generación desde ataño
El Pleno del Ayuntamiento de Huércal-Overa ha aprobado en la sesión ordinaria celebrada hoy con la unanimidad de los distintos grupos políticos la declaración del Carnaval de Overa como Fiesta de Interés General Local con repercusión turística. Una propuesta que surge a petición de la Asociación Overa Viva para que no decaiga una fiesta y tradición tan importante que ha pasado de generación en generación desde antaño.
El Carnaval de Overa es una de las tradiciones importantes a destacar para esta pedanía y para el municipio de Huércal Overa, la cuál ocupa un lugar prominente. Un espectáculo que se resume en sus cuatro manifestaciones: Máscaras de camisa o Peloteros, Mascaricas de Curucurú, Osos y Comparsas. En ellas se condensan todas las formas de ser, pensar y vivir de sus antepasados.
Este carnaval se circunscribía a un área muy concreta de los márgenes del Río Almanzora: Zurgena, Palacés y los cinco barrios de Overa: Los Menas, Los Navarros, El Pilar, Santa Bárbara y La Concepción. En la actualidad sólo pervive en algunos barrios de Overa, especialmente en Los Menas.
El origen de este carnaval se remonta a mucho tiempo atrás. En estos momentos está en pleno auge, ha sido declarado Patrimonio Inmaterial de Andalucía y está reconocido como una de las manifestaciones culturales festivas más importantes de la provincia de Almería.
Desde hoy el Carnaval de Overa suma una nueva declaración y lo hace “a petición de la Asociación Overa Viva a la que desde el Ayuntamiento felicitamos y agradecemos el importante trabajo que está realizando por mantener las costumbres, cultura y señas de identidad de Overa. De este modo damos también un realce al que es un recurso turístico de nuestro municipio, que seguirá creciendo y del que estamos convencidos sumará más seguidores”, matizó el Alcalde, Domingo Fernández.
Las cuatro manifestaciones del Carnaval de Overa se pueden resumir de la siguiente forma:
Máscaras de Camisa o Peloteros. Así se llama a un tipo de carnaval cuyo disfraz consiste en una camisa blanca, sujeta por una cuerda o cinturón ensartado de muchos cencerros; la cara cubierta con una careta de cartón y la cabeza tapada con un pañuelo. Las piernas y brazos eran ennegrecidas con un tizón (palo a medio quemar).Debajo de la camisa , unos calzoncillos y es muy probable que en otros tiempos, no llevaran nada. De ahí el nombre de peloteros : por andar en pelotas.
Esta manifestación, incluida en el Atlas de Patrimonio Inmaterial de Andalucía. Así llamamos a un tipo de carnaval único y especial, cuyo disfraz consiste en una camisa blanca, sujeta por una cuerda o cinturón ensartado de muchos cencerros; la cara cubierta con una careta de cartón y la cabeza tapada con un pañuelo. Las piernas y brazos eran ennegrecidas con un tizón (palo a medio quemar).Debajo de la camisa, unos calzoncillos y es muy probable que en otros tiempos, no llevaran nada. De ahí el nombre de peloteros: por andar en pelotas. Como preámbulo de la fiesta, se comen un cordero acompañado de un buen vino (comida de hermandad).
Después el rito de vestirse, dónde los mayores adiestran a los jóvenes en maneras de vestirse y en comportamiento… y todos se animan entre sí. Después los encuentro entre grupos y las competiciones de cencerros, son momentos especiales para demostrar la fiereza, fuerza y virilidad de cada grupo y de cada pelotero. Y la prestancia, tamaño y sonido de sus cencerros, moviendo rítmicamente sus caderas… Y a recorrer las calles de Overa buscando mozas para abrazarlas, correr los caminos de un barrio a otro, uniéndose con las mascaras de camisa o peloteros de los demás sitios y haciendo la fiesta comunitaria, alegre, efusiva…
Mascaricas de Curucurú.
Hubo un tiempo en el que se vivía un carnaval diferente al actual. Las mascaricas de curucurú se convertían en diversión preferida del carnaval de Overa. Se caracterizaban por la ocupación masiva de las calles que unida al anonimato convertían a esta manifestación carnavalesca en la fiesta popular por excelencia y en un reflejo de las mismas gentes que la impulsan y acogen.
La indumentaria era expresión de las costumbres y formas de vida de la época. Iban ataviadas con vestimentas que se encontraban en los propios hogares: era el día de abrir las arcas y sacar ropas antiguas, algunas enviadas por familiares que se encontraban en el extranjero. Con ellas se caracterizaban para su puesta en escena y dejaban volar su creatividad e imaginación. La cara se la cubrían con una media o con un pañuelo con orificios para los ojos y boca (en algunos casos se pintaban la cara con azulete). La voz era otro elemento a enmascarar, y para ello cambiaban el tono con un único fin: evitar ser reconocidas.
En estos tiempos se siguen las mismas pautas en muchos casos, aunque se han ido introduciendo los avances en caretas, maquillajes, adornos, temáticas… ¡¡¡CURUCURÚ….QUE NO ME CONOCES TÚ!!!
Son la diversión preferida del carnaval de Overa y la fiesta popular por excelencia.
Comparsas.
Estos carnavales de comparsas intentan demostrar el lujo y poderío de una comunidad, más que las críticas y parodias que por supuesto también pueden contener. Esta manifestación del carnaval, que en España nace el siglo XVIII, en Overa tiene sus precedentes a principios del siglo XX, con comparsas formadas por vecinos ataviados con sus mejores galas, en algunos casos montados sobre burras, otros años vestidas de refajonas… En los últimos años las comparsas han tenido una gran difusión y variedad en este carnaval.
Los Osos.
Tradición muy antigua, desde hace unos años desaparecida, aunque en el carnaval del año 2012 reaparecieron.
Los Osos salían en la Noche de Las Lumbres y en el carnaval. Cada grupo de osos estaba formada por el osero (hombre fuerte y rústico) que sujetaba con dos gruesas cuerdas a dos enormes osos (se trata de un disfraz con dos zaleas, pieles de oveja o carnero curtidas de manera que conserven la lana y las orejas del animal). No llevaban cencerros y también se tiznaban las piernas y los brazos. Paseaban las calles buscando mozas para abrazarlas, utilizaban para ello la sorpresa y el sigilo… En algunos casos también se vestían mujeres.
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