Los agentes del SEPRONA le realizaron al cazador la prueba de alcoholemia, dando como resultado 0’18 mg/l.
En este sentido los agentes prestan especial atención en velar para que la tenencia y uso de las armas de fuego, empleadas para la caza, se realice con la diligencia y precauciones debidas, para evitar así daños tanto materiales, como humanos tal y como viene recogido en el Reglamento de Armas.
En este sentido, durante el primer fin de semana del mes, se celebró una batida de jabalíes y arruís en el paraje “Las Almohallas” de la comarca de Los Vélez, lugar donde los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Chirivel llevaron a cabo las comprobaciones para garantizar la seguridad en el desarrollo de la práctica de la caza.
En el desarrollo de esta labor, los agentes observan a un cazador, que participa en la batida, con evidentes síntomas de embriaguez, observando evidencias de que portaba su arma, con la clara intención de practicar la caza, bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
Durante su entrevista, los agentes de la Guardia Civil perciben signos como halitosis alcohólica, cierta dificultad para expresarse, comportamiento y otros signos, motivo por el que deciden practicarle la prueba de alcoholemia.
Tras realizar la prueba, ésta da como resultado una tasa de 0’18 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, informándole en ese momento de las infracciones que los agentes observan al Reglamento de Armas, además de intervenirle, como medida de seguridad para el resto de participantes en la batida, las armas que utilizaba y que fueron depositadas en dependencias de la Guardia Civil.
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