lunes, 12 de marzo de 2012

Interesante cuento ambientado en Huércal-Overa "La Quinta Cruz·"

Escrito por: sylar el 24 Ene 2010 - URL Permanente

La Quinta Cruz



Mis pies doloridos ansiaban quitarse esos malditos zapatos que sólo me pongo una vez al año, el Viernes Santo, cuando salgo en procesión en el trono del Santo Sepulcro del Redentor, en mi pueblo, Huércal-Overa.
Tras 4 horas a hombros con ese majestuoso trono, me dirigía a quitarme el traje a casa de mi hermana cuando de las sombras salieron varios hombres. Sin apenas poder reaccionar sentí un golpe en mi cabeza y caí redondo al suelo, pero antes pude distinguir que llevaban la insignia de las 5 cruces de mi cofradía.
Cuando estaba en el suelo, en medio de la conmoción, pude sentir como me arrancaban el medallón que llevaba al cuello. Ese medallón me lo dio mi hermana cuando ingresé en la cofradía, había pertenecido a mi familia desde hacía muchísimos años. A mí me encantaba porque era distinto a los medallones modernos, más simple y rudimentario, como una simple placa, como un viejo tesoro familiar.
Un chorro de agua fría me devolvió la consciencia, no se cuanto tiempo había pasado, aún era de noche. Delante de mí estaba Miguel, el presidente de mi cofradía, que me dijo que me había encontrado tirado en el suelo. Le conté lo que me había ocurrido, pero cuando le hablé de que me habían robado el medallón su rostro se ensombreció y me dijo que podría saber algo de por qué me asaltaron y que le acompañara a la Casa de la Hermandad.
Nada más llegar, entramos a un extraño despacho y Miguel se puso a rebuscar entre unos archivadores llenos de polvo. La mirada se le iluminó al coger una vieja carpeta de cuero atada con cuerdas. La abrió y en su interior había un antiguo mapa muy deteriorado metido entre cristales. Y un extraño pergamino que rezaba:
- No puede ser… - dijo – Están buscando el Santo Sepulcro.
- ¿El Santo Sepulcro aquí en Huércal-Overa? Debes estar bromeando. – le contesté.
- Escúchame bien, en el año 1.076 Godofredo de Bouillón, tomó Jerusalén en la Primera Gran Cruzada y se dice que encontró el Santo Sepulcro, pero no el que hoy conocemos, si no el auténtico, donde los apóstoles enterraron a Jesús en un lugar distinto para simular que había resucitado. – yo no daba crédito a lo que me estaba diciendo. – Godofredo de Bouillón se autoproclamó Sancti Sepulchri advocatus, “abogado o defensordel Santo Sepulcro" y trajo los restos de Jesús a Europa donde el Vaticano ordenó que este secreto que acabaría con la Fe tenía que ser enterrado para siempre. A la muerte de Godofredo en el 1.100 sólo losadvocatus sabían donde se enterró. En el 1.644, cuando se creó nuestra hermandad, la Hermandad del Santo Sepulcro del Redentor, tomamos el escudo de Godofredo de las 5 cruces y se rumorea que los advocatusvinieron aquí, a este pueblo alejado de la mano de Dios, y guardaron el mayor secreto que la humanidad haya tenido.
Yo no me lo podía creer, no podía salir de mi asombro, pero el plano de mi pueblo estaba ahí, si descubríamos el misterio quizás podría recuperar mi medallón. Y así comenzamos a deducir…
Sólo las dos llaves superpuestas pueden abrirlo”. Las dos llaves tendrán que ser el medallón y el mapa, claro, el medallón superpuesto en el mapa muestra las cruces de las que se habla después.
“La Cruz del Sur yace bajo el sufrimiento de Nuestro Señor”. El sufrimiento… la angustia… el calvario… la Ermita del Calvario, ahí es donde iría la Cruz del Sur, es el punto más al sur del pueblo.
“La Cruz del Oeste bajo sus hijos que han ido a su lado”. Los hijos que han ido a su lado… los que mueren van a su lado… eso es, deben de ser los difuntos, por eso la Cruz del Oeste debe ser el Cementerio.

Y justo cuando ya no podíamos avanzar más porque no teníamos el medallón, la puerta se abrió con un portazo y entraron unos tipos con la insignia de las 5 cruces, que traían mi medallón. Mientras nos apuntaban con pistolas me dieron el medallón y lo puse sobre el mapa. Las dos Cruces que habíamos deducido eran correctas. “El Santo Sepulcro yace bajo la herida de su pie izquierdo”. Cada una de las 5 cruces simbolizaba una herida de Jesús, dos en las manos, dos en los pies y una en el costado. Asique "pie izquierdo" sería la Cruz de abajo-izquierda que correspondía con… La Era de la Virgen.
Todo encajaba, la Era de la Virgen es la era donde los peregrinos acompañan en romería a la Virgen del Rio, la cual procesionaba con mi Hermandad.“Bajo sonrisas y lágrimas descansa el Rey de los Cielos”. Sonrisas de júbilo de los peregrinos por la romería y las lágrimas de los fieles al ver pasar la imagen.
Nada más saber esto los hombres se fueron a por su botín dejándonos encerrados a Miguel y a mí en la habitación pero se dejaron el mapa y el medallón, cosa que me resultó un tanto extraña, aunque con la conmoción tampoco me percaté demasiado. Decidimos intentar salir y avisar a la policía cuando…
- Miguel, voy a intentar abrir la puerta con esa palanca de la izquierda… - le dije.
En ese momento Miguel se giró a su derecha puesto que él estaba frente a mí y creía que yo me refería a mi izquierda y entonces lo entendí…
- ¡¡Dame el mapa!! “El Santo Sepulcro yace bajo la herida de su pie izquierdo”. Su pie izquierdo no es la Cruz de abajo-izquierda es la cruz de abajo-derecha ya que la miramos de frente. Esta cruz señalaba en la Plaza del Teatro, donde antes estaba el antiguo Teatro Cervantes. “Bajo sonrisas y lágrimas descansa el Rey de los Cielos”. Está claro, el símbolo del teatro son las Máscaras de Comedia y Tragedia: sonrisas y lágrimas. Además, en esa plaza, el trono del Santo Sepulcro hace una parada todos los años en la procesión, donde el párroco del pueblo le da la bendición ¡¡Todo encaja!! ¡¡Bendecía el verdadero Santo Sepulcro sin saberlo!!

- Muy bien, maldito advocatus - dijo Miguel apuntándome con una pistola – Sabía que tú podrías serme útil. – Yo no salía de mi asombro cuando Miguel tocó tres veces la puerta y le abrieron. – Fui yo quien te golpeó, te robé el medallón y fui a la Era de la Virgen pero no encontré nada, entonces decidí que tú deberías saber donde se encuentra el Santo Sepulcro asique inventé esta farsa.
- ¿Me has llamado advocatus? No entiendo nada. ¿Por qué haces esto? – Le repliqué.
- Porque tu familia es de casta inferior, no como la mía, nosotros somos los legítimos dueños del Gran Secreto y hemos decidido que ha llegado la hora de revelarlo al mundo entero ¿Sabes cuanto dinero vale este secreto? Seré el hombre más rico y famoso de la historia.
Miguel y sus secuaces se fueron llevándose el medallón y el mapa y dejándome encerrado en esa oscura habitación. ¿yo, un advocatus? ¿El medallón de mi familia era una llave? Miles de preguntas asediaban mi cabeza pero no podía dejar que esos canallas se salieran con la suya y con ayuda de una barra logré hacer palanca y abrí la puerta. Nada más salir corrí hacia la Plaza del Teatro.
Al llegar vi como Miguel estaba arrodillado delante la fuente central, en la cual había un ángel, el ángel custodio, corrí hacia él gritando que no lo hiciera pero sus esbirros me atraparon.
- Has llegado justo a tiempo, Sylar, vas a ver como hago el descubrimiento más grande de la Historia de la Humanidad – Dijo Miguel mientras colocaba el medallón sobre una mueca con la forma de las 5 cruces que había en la fuente.
El suelo comenzó a vibrar y la fuente retrocedió dejando paso a una escalera… Por Fin… Pero en ese instante, como salidos de la nada, cuatro hombres se abalanzaron contra los profanadores y consiguieron reducirlos y quitarles las armas. Para mi sorpresa era Paco, mi capataz y otros tres compañeros horquilleros del Santo Sepulcro. Paco quitó el medallón y la fuente volvió a su lugar.
- Sylar, te has portado como un buen advocatus, no has dudado en venir a detenerlos, te hemos seguido al verte correr y gracias a tí los hemos detenido. – Me dijo mi capataz al darme el medallón – Sin embargo, en el futuro puedes contar con nosotros. Como cinco son las cruces, cinco somos los Sancti Sepulchri advocatus, los Guardianes del Santo Sepulcro, tú, como tu padre un día y tu abuelo y todos tus ascendentes, serás La Quinta Cruz, el Quinto Guardián, aquel que posee La Llave…
- FIN -

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