miércoles, 28 de agosto de 2013

La Sala de Exposiciones del Teatro Villa de Huércal-Overa acoge la exposición Ouka Leele, Inédita

       
La muestra fue inaugurada por el Alcalde, Domingo Fernández, el Concejal de Cultura Antonio Lázaro, la artista Ouka Leele, el comisario de la muestra Rafael Gordon, el diputado provincial, Guillermo Casquet, junto a otras autoridades locales y Alcaldes de la zona

·         La exposición se puede visitar hasta el 11 de octubre

Martes 3 de septiembre de  2013. La Sala de Exposiciones del Teatro Villa de Huércal-Overa acoge la exposición Ouka Leele, Inédita, una muestra que llega hasta el municipio de la mano del Ministerio de Cultura y que fue inaugurada ayer por la tarde.

 En el acto, el Alcalde del municipio, Domingo Fernández, destacó la calidad de las obras de la muestra “tenemos que sentirnos muy orgullosos de esta exposición que acoge nuestro espacio escénico en donde una vez más contamos con un acto que nos convierte en referente en el mundo de la Cultura, siguiendo con la línea de trabajo que se plantea desde este área”.

Por su parte el concejal de Cultural, Antonio Lázaro, explicó que “para hacer realidad esta exposición, “se ha estado trabajando durante un año, pero tras el esfuerzo y el trabajo ya está aquí para el disfrute de los vecinos de toda la comarca a los que animo a que vengan hasta nuestro Teatro y contemplen esta gran variedad de la obra y lo inédita de la misma, una obra que es digna de conocer”.

Ouka Leele explicando su obra en Huércal-OveraFoto: Miguel Angel Uribe Martínez
La artista Ouka Leele, Premio Nacional de Fotografía 2005, destacó que en la muestra hay fotografías desde el año 75 hasta 2008, “la mayoría de ellas están realizadas con cámara analógica y las hemos tratado digitalmente”.
En esta colección de fotografías “no hay un estilo, hay sentimiento, se encuentra la grandeza de lo humano”, matizó el comisario de la exposición Rafael Gordon.
En el acto de inauguración se contó también con la presencia del Diputado Provincial, Guillermo Casquet, varios representantes del equipo de Gobierno y  el Alcalde de Zurgena, Francisco Ramos.
            La muestra, que  se puede visitar hasta el próximo 11 de octubre,  ofrece una oportunidad única para conocer el lado más oculto de la obra fotográfica de la artista a través de un recorrido por obras de gran diversidad, se convierte así en una antológica que celebra la madurez artística alcanzada por Ouka Leele, tras tres décadas de trabajo. Las imágenes escogidas, que reflejan su dominio técnico y su constante creatividad, son una perfecta síntesis para entender las diferentes etapas de la fotógrafa: sus imágenes en blanco y negro, sus pioneras obras coloreadas y sus últimos trabajos donde asumió el punto de inflexión digital en la fotografía.
Al tratarse de una exposición antológica, “Ouka Leele. Inédita” permite y sugiere diferentes lecturas, diferentes accesos a una misma realidad: el imaginario poéticovisual de Ouka Leele. La presencia de obras realizadas en distintos momentos de su carrera hace posible que apreciemos la progresiva consolidación de su lenguaje, y la percepción del conjunto de las obras pretende transmitir la idea de “una comedia humana en fotografías”, en palabras del comisario de la exposición, quien también explica que estamos ante un “viaje interior, hondo y pleno de dolorido sentir”.
Retratos, autorretratos y escenasque son verdaderos poemas visuales, integran una exposición ecléctica y cargada de referencias a mundos externos (civilizaciones antiguas, mitologías diversas, literatura) e internos (familia, amigos, sueños…).






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Ouka Leele. Inédita 


El Ministerio de Cultura presenta Ouka Leele. Inédita, una exposición comisariada
por Rafael Gordon, que muestra 64 obras, de medio y gran formato, de Ouka
Leele, Premio Nacional de Fotografía 2005. 


La muestra ofrece una oportunidad única para conocer el lado más oculto de la obra
fotográfica de la artista a través de un recorrido por 64 obras de gran diversidad,
unidas por un nexo en común, su carácter inédito; este proceso de selección, ha
permitido a la artista realizar una nueva mirada hacia el pasado fotográfico de sus
instantáneas.

La exposición, comisariada por Rafael Gordon, se convierte así en una antológica que
celebra la madurez artística alcanzada por Ouka Leele, tras tres décadas de trabajo.
Las imágenes escogidas, que reflejan su dominio técnico y su constante creatividad,
son una perfecta síntesis para entender las diferentes etapas de la fotógrafa: sus
imágenes en blanco y negro, sus pioneras obras coloreadas y sus últimos trabajos
donde asumió el punto de inflexión digital en la fotografía




Ouka Leele. La artista


La inquietud artística de Bárbara Allende Gil de Biedma (nombre real de Ouka
Leele) se manifestó muy pronto. Pasó su infancia entre Madrid y San Rafael, donde el
bosque la impresionó profundamente y quizá para siempre. Creció rodeada de
fuertes estímulos estéticos que no tardaron en despertar una sensibilidad artística
temprana, natural y considerablemente intensa. Cuenta la propia Ouka Leele que
muy pronto supo que quería ser aprendiz de la naturaleza, como lo fueron los
pintores que descubrió en El Prado, otra fuente de estímulos que será determinante
en el desarrollo de su imaginario personal. La artista llega a referirse a este museo
como “templo de mis emociones”.

Una grave enfermedad en la adolescencia la enfrentó de manera crucial con la
muerte. La superación de esta circunstancia generó en su espíritu un intenso amor
por la vida que se sigue intuyendo hoy en su obra, pero que alcanza una expresión
palmaria en estos versos de juventud: “Qué bonito es / que se me llenen los
pulmones de aire / que se me clave la luz en los ojos / que se me meta el olor de las
flores hasta las venas / que me lata el corazón de emoción / que se me ponga roja la
cara / por un sentimiento”. 

Madrid, en los años 80, estaba en plena movida y fue normal que un espíritu creativo
como el de Ouka Leele –por aquel entonces Ouka Lele, con una sola “e”- se integrara
con pasión en el ambiente artístico. De esta forma, generará una pletórica actividad 

que la impulsará a extender su ámbito de actuación hacia el extranjero y hacia otras
disciplinas artísticas como el dibujo, la serigrafía, la pintura y la literatura. 

Poco después, se instalará en París, pasará largas temporadas en Mallorca, será
madre en 1990, triunfará en Arco y se convertirá en Ouka Leele –con una “e” más-. 

En la última década, que podría considerarse la de su consagración definitiva, ha
recibido los galardones más importantes de su carrera: en 2004, el Premio de Cultura
de la Comunidad de Madrid, y en 2005, el Premio Nacional de Fotografía. 

En la actualidad, las fotografías de Ouka Leele son consideradas “iconos de su
tiempo”, como señala Rafael Gordon, comisario de “Ouka Leele. Inédita”. Esto no
resulta extraño a la luz de la fuerte integración entre vida, emociones y expresión
estética que siempre ha marcado el trabajo de la fotógrafa. “En una sociedad
degradada por la vulgaridad del arte por y para la masa –añade Gordon-, invocar la
sensibilidad estética de la persona se hace acuciante. La sensibilidad civilizadora de
Bárbara Allende y Gil de Biedma lleva más de tres décadas intentando asociar el arte
a la reflexión, realizando un arte de ideas para alcanzar la plenitud del significado de
hacer arte”.

Ouka Leele. Inédita
Al tratarse de una exposición antológica, “Ouka Leele. Inédita” permite y sugiere
diferentes lecturas, diferentes accesos a una misma realidad: el imaginario poéticovisual de Ouka Leele. 

La presencia de obras realizadas en distintos momentos de su
carrera hace posible que apreciemos la progresiva consolidación de su lenguaje, y la
percepción del conjunto de las obras pretende transmitir la idea de “una comedia
humana en fotografías”, en palabras del comisario de la exposición, quien también
explica que estamos ante un “viaje interior, hondo y pleno de dolorido sentir”.



Retratos, autorretratos y escenas, que son verdaderos poemas visuales, integran 

una exposición ecléctica y cargada de referencias a mundos externos (civilizaciones 

antiguas, mitologías diversas, literatura) e internos (familia, amigos, sueños…). 



Los retratos en Ouka Leele son presentados como tentativas de redefinición del 
sujeto humano, de lo que somos al fin y al cabo. Los poemas visuales muestran, como 
dice Rafael Gordón, en algunas ocasiones “asociaciones fortuitas y fulgurantes” y, en 
otras, presentan realidades más aprehensibles desde la lógica y desde la sugerencia, 
no menos poética, emitida por el título. Los autorretratos, completamente ajenos al 
narcisismo, son aquí, con frecuencia, un ejercicio de búsqueda y tanteo de los 
contornos de la identidad y a la vez un ejercicio de presencia efectiva, en la medida 
en que la artista, en palabras del comisario de la exposición, se niega a “eludir su 
presencia entre nosotros, los espectadores, y los seres inmortalizados en su obra, 
evitando así aislar un mundo recreado por y para la autenticidad”. 

“Ouka Leele. Inédita” es la oportunidad de entrar en contacto, más ampliamente que 
nunca, con un lenguaje, una sensibilidad y un discurso poético que ha nacido del 
contacto con la experiencia de la vida –incluido ese “dolorido sentir”- y ha crecido 
con el tiempo, con nuestro tiempo, hasta hoy. Es quizá por eso por lo que Rafael 
Gordon presenta la exposición como “un acontecimiento único”.

Ouka Leele. Inédita. Imágenes




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