El Puertecicio es una pedanía de Huércal-Overa ubicada en la parte alta del municipio. En invierno un manto blanco cubre sus campos y desde su mirador, en lo alto del Cerro de la Cruz, se puede ver hasta el mar. Hace ocho años una de sus vecinas, Mari Carmen Aniceto, decidió que no podía dejar que su ermita, la ermita de San Blas, se cayera y se puso en marcha, primero con la creación de la Asociación de Vecinos de ‘El Puertecico’ y posteriormente consiguiendo que vecinos, instituciones y empresas colaboraran.
Desde entonces esta vecina, oriunda de esta pedanía pero residente en Albox, solo tiene palabras de agradecimiento para todos aquellos que ha colaborado de manera altruista para la rehabilitación de la ermita de San Blas, que se reabrirá el próximo 3 de febrero coincidiendo con las fiestas patronales. “Es un sueño hecho realidad”, dice emocionada Mari Carmen cuando habla de como ha sido todo el proceso, “ha sido duro pero la recompensa es enorme”.
Colaboración
Una vez constituida la asociación vecinal de la que ella es presidenta y junto a otros vecinos amigos suyos, se pusieron en contacto con el Obispado y con el Ayuntamiento de Huércal-Overa que “siempre han colaborado, tanto el anterior equipo de Gobierno como el actual”.
A los primeros 20.000 euros se unieron otros 10.000 que consiguieron de las donaciones de los vecinos de El Puertecico. Con esta cantidad se pagó la primera fase de las obras, que en total han costado unos 70.000 euros. El resto de dinero se ha conseguido con lo que durante estos años se ha recaudado en las fiestas patronales, en las rifas y en la lotería.
Ocho años después la ermita de San Blas luce casi acabada, faltan los últimos retoques justo antes de su reapertura.
“Prácticamente se ha arreglado el 50% del edificio, se conservó el campanario y la fachada frontal pero todo el interior es nuevo”, una renovación integral en la que también han colaborado empresas como Cosentino, que ha donado todo el mármol que se ha utilizado para el suelo.
Un secreto
El interior de la ermita todavía es un secreto ya que no podra verse hasta el día 3 de febrero. Todo ha sido diseñado por el pintor huercalense Diego Bonillo, que también se han entregado a este trabajo en cuerpo y alma de manera altruista, “ha elaborado varios cuadros sobre la vida de San Blas y un gran mural que presidirá el altar mayor, se ha implicado mucho”.
Mari Carmen no puede ocultar su entusiasmo y su emoción, se le nota cuando habla todo lo que significan todos estos años de trabajo y el ver el resultado, repite constantemente lo agradecida que está a todo el mundo que ha colaborado y lo orgullosas que se sentirán las generaciones venideras.
El próximo 3 de febrero San Blas y la Virgen de los Dolores subirán al Cerro de la Cruz, como es tradición, y luego volverán a su casa, una ermita que sin duda es fruto del amor que sienten los vecinos de El Puertecico.
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