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Un hombre y una mujer en una ciudad. No se conocen, pero después de un encuentro casual poco afortunado, acaban respirando juntos. Al mismo tiempo. Uno al lado del otro. A todos nos ha pasado en algún momento: la sensación de que el mundo camina sin que nos tenga en cuenta. La sensación de que todo avanza y de que nosotros nos quedamos atrás. La sensación de que todo el mundo está contra nosotros. La sensación de que estamos solos. ¿Qué podemos hacer contra eso? Luchar. ¿Y con qué armas? La risa. O mejor: “soltando una carcajada salvaje en medio de la más dolorosa aflicción.” Y eso es lo que hacen nuestros personajes. Intentar, desesperadamente, ver el vaso medio lleno.
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